Hay situaciones que aparecen y se manifiestan de tal manera, que tratar de
encausarlas o acercarse mínimamente a una explicación es lisa y llanamente
remar contra la corriente. En esta nota nos vamos a
referir al hincha de Defensores en forma particular porque atravesó un período
anual desde lo anímico muy diferente al de los otros clubes.
Ese mismo hincha que sale de
su casa con toda la ilusión, el que siempre va cueste lo que cueste, el que
viaja a ver a su equipo, el que colabora con lo que fuese en fin, ni más ni
menos, que el sostenedor de su propio club.
Este 2012 que ya transita los
pasos finales ha sido y sigue siendo para los seguidores pasionales de la
entidad de Barrio Central, un año MUY ESPECIAL donde la alegría y la desazón
hasta se dieron el lujo de caminar por la misma vereda.
Todo arrancó con la motivación a cuestas de querer ascender por derecho
propio. Pero esa carga emocional se fue diluyendo con la eliminación en manos
de Rivadavia de Venado Tuerto que finalmente logró el pasaporte al Torneo Argentino
B.
Tras el duro cimbronazo Alejandro Santana, quizás movido
por una serie de situaciones con un desgaste lógico a cuestas, dejó la
dirección técnica luego de la derrota en el Esteban Chiari en manos de Sports
por 3 a 1 cuando se jugaba la 10° Fecha de la Etapa Local.
Con este panorama
cambiante el hincha mezclaba desilusión, asombro y también incertidumbre por
saber quien se sentaría en ese banco tan particular. Y cuando cada uno hacía su propia película los dirigentes sorprendieron con
el regreso de Mario Finarolli. Si, el entrenador que
siempre es tentado por alguna propuesta laboral, le decía si a sus amigos y
actuales directivos.
Y entonces los que apoyan su
cabeza contra el alambrado, el que ocupa la tribuna junto a la barra o quien se
sienta en la cabecera principal, renovaron las expectativas. Volvía a la
institución quien fue protagonista principal en el hecho más relevante de la
historia del club: el Ascenso al Argentino B en la temporada 2007.
Tras un par de buenos resultados que incluyen la goleada a Compañía en la
Fase Local, el equipo fue encontrando los resultados con buenos y bajos
rendimientos y se logró el cometido de ser el segundo finalista.
Con el comienzo de la competencia
regional en el Seis Ligas se acrecentaban los rumores sobre el posible alejamiento
de Finarolli al que le llegaban particularmente propuestas de clubes del
ascenso.
Y el hincha por aquellos días consultaba, tenía intriga,
quería saber algo más sobre dicha cuestión mientras los dirigentes en consenso
con el técnico llegaban a un acuerdo sobre la continuidad hasta fin de año.
Cuando el Consejo Federal
anuncia la reestructuración del Argentino B cursando invitaciones a las ligas
para que sus clubes afiliados tengan el derecho a participar, el mundo
Defensores se transformó. Era la gran posibilidad
de volver al certamen más allá que no era por méritos propios.
Al tener conocimiento
oficial sobre la primera lista de invitados y el equipo de Salto no aparecía,
los incondicionales de siempre masticaron bronca porque había que ponerle el
pecho “ al que dirán” y encima lograban entrar en la consideración otros
elencos que ni siquiera estadio propio tenían.
Las emociones eran dominadas por
un imaginario sube y baja. Una semana más tarde por
obra que muchos se adjudican pero que todavía nadie concretamente sale a
decirlo, los popes del ente que rige el fútbol del interior dieron el visto
bueno y un gran deseo se hizo realidad.
Tras una improvisada
pretemporada por el poco tiempo con el que se contaba, la llegada de refuerzos
y la necesidad imperiosa de generar fondos a fin de solventar la participación,
fue el hincha que volvió a decir si para una cena, se bancó los viajes en
algunos casos con el duro castigo por las condiciones climáticas y de local,
aparte de pagar la entrada costosa para esta realidad que vivimos siempre mete
mano para consumir o participar de algún sorteo.
Se arrancó con un buen resultado
en Tandil, al siguiente partido se pudo ganar frente a Ferro Carril Sud de
Olavarría pero a partir de la 2da Fecha por jugar mal, por errores propios y
ajenos y también en algunos casos por tener la suerte en contra de sus
posibilidades la campaña empeoró considerablemente.
Sin embargo el mismo hincha agachó la cabeza, no se dejó absorber por la
resignación y contra todas las pálidas sobres sus espaldas, explotó la tarde
del domingo 9 de diciembre cuando agónicamente Diego “Semilla” Giamarchi
consiguió sellar una victoria fundamental frente a Once Tigres de 9 de
Julio.
Y no fue menos la algarabía, cuando dos semanas más tarde precisamente el
domingo pasado el equipo dio muestras de un gran amor propio ante un 0 – 3 en
contra frente a Jorge Newbery de Junín dejando la serie igualada en la segunda Final
del certamen Seis Ligas.
Y la última prueba más elocuente
de su enorme fidelidad, fue la de anoche jueves, colmando en su totalidad
el espacio para el club visitante en la cancha de Jorge Newbery de Rojas con
todas las ganas de ver a los colores lograr un nuevo título que se vio empañada
en la definición por penales.
Por todo lo mencionado
resaltamos algo que en este 2012 se puso para ellos, los “Loros”, ampliamente
de manifiesto: EL AGUANTE NO CONOCE LIMITES.
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